Sábado de carnaval

Preparado el disfraz.

Érase una vez una ratita que, barriendo la calle delante de su casa, se encontró una moneda.

Lo cogió, y dijo:

 - ¿Qué compraré con esta monedita? 

¿Me compraré avellanas? No, no, que son golosina.

 ¿Me compraré rosquillas, caramelos? No, no, que son más que golosina. 
Me compraré alfileres? No, no, que me puedo pinchar. 

¿Me compraré unas cintitas de seda? Sí, sí, que me pondré muy guapa.

Y la ratita, que era muy presumida, se compró unas cintitas de seda de varios colores y con ellas se hizo dos lacitos con los que se adornó la cabeza y la punta del rabito.

Listo para el sábado,queda el rabito, las orejitas y la escoba. 

Y sobre todo,esperar que mejore el tiempo.

Llego el día ... el frió y la lluvia ha acompañado el día.

Las orejita y la colita de la ratita.

Las blancas de mi hija y las negras de su amiga.

(A su amiga le hice el delantal y las orejita con la colita.)

No, quería diadema y se las puse sobre estos ganchos.

Lastima de día.